miércoles, 21 de mayo de 2014

El Lenguaje y sus Trampas

El Lenguaje y sus Trampas

  1.   Durante milenios las palabras encerraban los secretos del nacimiento y de la muerte, del éxito y de los fracasos, de la vida y de todas sus posibilidades. Los problemas, sin embargo, aparecen cuando comienza a cuestionarse la representación de los hechos desde el universo del lenguaje. Llegamos así a una primera e inquietante conclusión: las palabras nunca son inocentes o cristalinas, constituyen una realidad compleja. Están sumergidas en un conjunto de relaciones que si son guiadas por la mala fé o por una intención torcida desvían su sentido, alteran su contenido y pervierten su significado.

 2.  Surge así el lenguaje como arma política, que en vez de incluir, excluye; en vez de aglutinar, separa; en vez de sumar, resta; en vez de agrupar, dispersa; en vez de permitir, censura y en vez de ayudar, traiciona.
En esta imagen podemos observar al presidente de rusia vladimur putin dando un disculso politico.

 3.  El poder de las palabras, en su lado oscuro, se desarrolla a través de un entramado expansivo y totalitario que pretende imponer el dominio del significante sobre el significado. De esta manera, el primero, en mano de un poder interesado y corporativo, borra el sentido de lo real, deforma el orden social y político y facilita la manipulación y el engaño.

  4. Si nos detenemos a observar esa realidad veremos con asombro de que manera las palabras pronunciadas desde el poder, dueño del capital lingüístico y simbólico, traicionan y derriban lo que decimos y hasta lo que pensamos. El sentido de la responsabilidad y el comportamiento, de la seriedad, de la firmeza, se han perdido irremediablemente.

  5.  En este mercado lingüístico, las del discurso gobiernan lo que se dice y queda sin decir e identifican a los que pueden hablar con autoridad y a los que deben escuchar y callar. El discurso verbal dominante en la clase política determina lo que cuenta como verdadero y relevante, lo que se debe hablar y lo que debe ser disimulado u ocultado. Así el poder protege la forma de pensar.

 6.  Los nuevos lingüistas de la política se preparan para hacer del idioma un arma efectiva de dominio y para degradar con él la dignidad del habla humana y reducirla a retórica y responsable. Las palabras son ajenas al honor.  Cuando el lenguaje se utiliza para entrar sin pudor y con impunidad en el infierno de los oprimidos, las palabras pierden su significado y adquieren tinte de pesadilla.

  7.   Devolver al lenguaje su musculatura moral, su pureza originaria, su condición de don supremo del hombre, rehabilitar el sentido y la verdad de las palabras debe ser nuestro compromiso. La mentira lingüística también es violencia, violencia simbólica. La más insidiosa de todas.


  8.     Retornar a las palabras esenciales significa decretar una guerra incruenta al lenguaje parasitario, y frívolo, propios de algunos medios de comunicación, repletos de pontificaciones enlatadas y de lugares comunes que mantienen y propagan la bulimia consumista. Frente a estos, la intransigencia ética debe ser la norma.

 9.   Frente al lenguaje prostituido se debe luchar por otro que defienda los valores básicos de la dignidad, la libertad, la tolerancia y la democracia 
Debemos luchar juntos por cambiar nuestro lenfuaje a uno que defienda nuestros valores.

fuente: Baltasar, Graezón CCS. España, Marzo del 2014

Un Nuevo Modelo de la Comunicación

Un Nuevo Modelo de la Comunicación 


1.1  Hacia un nuevo enfoque
 De acuerdo con las reflexiones hechas sobre el esquema clásico de la comunicación nos lleva a las siguientes conclusiones:

        ·         la comunicación humana no se produce simplemente por codificación y                            descodificación de mensajes, es cierto que puede servirse del código                                         lingüístico, pero este no resulta ni necesario ni suficiente para que haya                                 comunicación.
·         La comunicación requiere la integración de contenidos codificados y                  conocimientos extralingüísticos
·         Comunicarse supone originar un conjunto  de representaciones en la mente de otro individuo
 imagen que representa la comunicación entre dos individuos



1.2  Los componentes del modelo

 Las propuestas que defenderemos en estas paginas es que un enfoque que quería reflejar las diferencias existentes y otorgar a cada componente el lugar que le corresponde debe distinguir tres categorías:

·         Elementos: son las entidades físicas básicas, los componentes directamente observables en un acto de comunicación. 
·         Representaciones: son las entidades mentales que desempeñan algún tipo de papel en la comunicación, ya sea como materia de entrada o como materia contextual.
·         Procesos: son los diferentes tipos de operaciones que intervienen en el tratamiento de los datos

En esta imagen podemos admirar sobre las representaciones mentales de cada uno de los individuos que abordan un acto comunicativo 

 Los elementos constituyen el nivel más básico, el de los fenómenos perceptibles. Si nos moviéramos soló en el terreno de lo directamente observable la comunicación se presentaría ante nosotros como una actividad en la que dos o más individuos intercambian señales de diversa naturaleza: algunas son visuales, otras auditivas, otras pueden ser incluso táctiles.

1.3  elementos materiales

  A pesar de las diferencias entre el acto comunicativo del esquema clásico y el moderno, en todos podemos identificar y aislar tres elementos básicos, que son identificables de manera objetiva: emisor, destinatario y señal.

 1.3.1 El Emisor 
 El emisor es la entidad ( individuo o grupo) que produce una señal con intención de comunicarse. Es emisor soló cuando se está produciendo una señal. Por otro lado, el emisor se comunica, además, como resultado de un comportamiento voluntario; este compartiendo, a su vez, esta inducido por un objetivo concreto, que puede concebirse en términos generales como un deseo de originar un determinado de conjunto de representaciones en la mente del destinatario, a partir de las cuales se intenta producir ciertos cambios en el entorno .
En esta imagen reflejamos a la izquierda al destinatario, cuyo obejeto es captar la informacion transmitida y a la derecha a el emisor, cuyo objeto es originar un conjunto de represerntaciones en la mente del destinatario  



1          1.3.2  El Destinatario
 Es la entidad (individuo o grupo) con el que el emisor quiere comunicarse por medio de la señal. Quedan excluidos de la condición los receptores ocasionales que son los que captan por casualidad una señal que no va dirigido a ellos

1.     1.3.3 La Señal
 Es una modificación notable del entorno producida para comunicar la noción general de  `señal´ se aplica el punto de vista físico y objetivo del instrumento empleado para comunicar.

1.4  Procesos
 Los procesos son un conjunto de operaciones que intervienen en el tratamiento de la información. Por lo que hemos ido viniendo hasta ahora, el procesamiento que acompaña a la actividad comunicativa puede darse dos tipos de procesos: codificación, descodificación y ostensión, inferencia
1.        
  •         Codificación: es aquel que permite pasar del contenido que se pretende comunicar a la señal  que lo transmite 
  •        Descodificación: este es el  inverso del proceso de codificación, este permite, a partir de la señal recuperar el mensaje que el código le asocia. El carácter convencional arbitrario de los signos lingüísticos explica que el conocimiento compartido de el código sea un requisito imprescindible para su utilización.
  •        Ostensión y Inferencia: Cuando utilizamos señales no convencionales, estamos haciendo intervenir nuestra capacidad de producir e interpretar indicios (o síntomas) es la manifestación de una relación natural de causa-efecto entre dos fenómenos, por ejemplo decimos que el humo es indicio de fuego, o que la fiebre es un síntoma de infección. Esto quiere decir que la interpretación de un indicio requiere un conocimiento previo. Los indicios tienen como objeto que el destinatario capte e infiera la información que el emisor le está transmitiendo. 

  • en esta imagen podemos observar un indicio que seria el humo, nosotros podemos inferir que en ese espacio se esta incendiando algo.



    fuente: Escandell, Maria,V., La comunicación, gredos, 2005, 27-38pp.

sábado, 17 de mayo de 2014

Esquema clásico de la comunicación

Esquema clásico de la comunicación

Cualquiera que pretenda estudiar como utilizamos el leguaje para comunicarnos debe abordar primero cierta cuestiones tales como que es exactamente comunicar, que comunicamos y de qué modo lo hacemos. Un enfoque algo más detallado revela pronto la complejidad de los sistemas y los procesos de esta.

1.1 Esquema clásico
Si pedimos a un grupo de personas que nos diga que es la comunicación, o que describan en que consiste comunicarse obtendremos una lista de respuestas con diversas variantes que incluirán las siguientes notas: comunicarse es transmitir información, por medio del lenguaje (o por medio de un código) ; y comunicarse en ponerse en contacto con otros. En esta caracterización aparecen identificado los componentes centrales: que es la comunicación (comunicar es transmitir); que es lo que comunicamos (información); y como se comunica (por medio de un código)
La conceptualización teórica en la que se recogen estas instrucciones  parte del esquema de la comunicación de la `teoría´ de Shannon Weaver (1960) y algunas modificaciones de Jakobson (1960). Estos esquemas se componen de siete elementos centrales:
·         Código: son señales a las que se asocian ciertos mensajes.
·         Mensaje: resultado de la codificación, portador de la información o conjunto de información que se transmiten.
·         Emisor: el que codifica es mensaje, es decir, el que anuncia el mensaje.
·         Referente: la realidad extralingüística a la que alude el mensaje codificado por la señal.
·         Receptor: el que descodifica el mensaje, es decir, el que recibe la información.
·         Canal: es el medio físico por el que circula la señal o se recibe la señal.
·         Contexto: el conjunto de circunstancia que rodean el acto comunicativo.

Elementos centrales del esquema clásico de la comunicación
Elementos centrales del esquema clásico de la comunicación
  
1.2 inadecuaciones del esquema clásico

Estas es la representación más común de la visión de la comunicación que se desprende de ella es errónea. El esquema se concibió originalmente como modelo de intercambio de información entre dispositivos mecánicos, y realiza adecuadamente el cometido para el que fue diseñado. Pero cuando se utiliza como modelo de la comunicación humana devuelve una imagen rígida y simplista en la que la comunicación se reduce a un intercambio mecánico de mensajes y señales y, además, como veremos hace predicción incorrectas sobre el papel de cada uno de los elementos que lo integran: el papel de código es excesivo, la relación entre los hablantes sencillamente no tiene cabida, el lugar del contexto es muy secundario, y la situación comunicativa carece del menor peso, a no ser cuando produce interferencias en el canal.

1.3 ¿Como nos comunicamos?

Los humanos nos comunicamos por medio del lenguaje, las lenguas son códigos, por lo tanto, los humanos nos comunicamos codificando y descodificando mensajes. Un `código´ es un sistema convencional que establece emparejamientos constantes entre señales y mensajes: en principio, cada señal le corresponde un mensaje y a cada mensaje le corresponde una señal.
En esta imagen mostramos que el codificador es el emisor, es decir, en este caso seria la television, el radio y los diario. Por otro lado tambien muestra que el descodificador es el receptor, en este caso seria el chico.

1.4 ¿Qué comunicamos?

1.4.1 MÁS ALLÁ DE LA INFORMACIÓN

Reflexionamos ahora sobre qué es la comunicación. En el enfoque habitual, comunicar se ha identifica do muchas veces como transmitir información, de modo que lo que comunicamos debería ser datos nuevos, sin embargo, que la novedad de la información que transmitimos no es un criterio fiable para definir la comunicación, por ejemplo, la siguiente situación. Entra usted a su casa y alguien que vive con usted exclama: - ¡Anda, ya estas aquí!

Resulta obvio que la frase anterior es una muestra de comunicación; y resulta, asimismo, igualmente obvio que, dada la situación, tal frase no transmite ninguna información nueva ningún contenido desconocido para quien la recibe. Por supuesto, el que la emite tampoco lo hace para informarle a usted de su propia llegada (algo que usted, desde luego, sabe perfectamente. Y sin embargo esto es lo que se codifica en el mensaje. Si la transmisión de la información nueva fuera efectivamente la única finalidad de la comunicación, el enunciado anterior resultaría totalmente superfluo.

1.4.2 REALIDAD Y REPRESENTACIÓN INTERNA

Al preguntarnos sobre que es lo que comunicamos, en el esquema habitual aparece también el concepto de referente: es la realidad extralingüística a la que se alude por medio del mensaje. Después de lo que acabamos de señalar es obvio que no todo lo que se comunica es necesariamente el reflejo de una realidad externa: no hay referente exterior para las emociones, y tampoco lo hay en aquellos casos en que el lenguaje se utiliza para llevar acaba acciones verbales, como saludar o insultar. La noción de referente no resulta, pues, imprescindible para caracterizar la comunicación.

Para que alguna noción semejante resulte útil dentro de un modelo general de la comunicación, deberíamos manejar, más bien el concepto de representación interna. Una representación interna es una imagen mental, personal y privada, de una entidad o un estado de cosas, ya sea de naturaleza externa o de naturaleza interna. Nos formamos representaciones internas de todo aquello que nos rodea y también de nuestra propia realidad interna (deseos, estados de ánimo, pensamientos…), e incluso somos capaces de representarnos los estados internos de los demás. Ninguna realidad tiene existencia para nosotros si no la hemos percibido y no la hemos interiorizado, es decir, hablamos de las cosas tal y como nos las representamos, y no necesariamente tal y como son en realidad.
esta representa una imagen mental, personal y privada, de una entidad ,donde se forma una representaciones internas de todo aquello que lo rodea y también de su propia realidad interna  ya sean sus deseos o estados de ánimo etc.
1.5 ¿Para qué nos comunicamos?

Si la comunicación es un tipo de actividad voluntaria, parece sensato indagar cuales son los motivos por los que el emisor decide embarcarse en dicha actividad. El emisor, al producir una señal, quiere conseguir un determinado objetivo. Podemos concluir que el objetivo del emisor es originar en la mente del otro un determinado conjunto de representaciones. La finalidad puede concebirse como la relación dinámica entre el emisor y el aspecto de su entorno sobre el que este quiere actuar bien para introducir cambios, bien para evitar que estos se produzcan: los cambios pueden afectar a la situación externa, o al destinatario, o a ambos. Así, una misma expresión lingüística puede utilizarse con finalidades comunicativas distintas. Si alguien dice ¡Píntalo de verde! Esto puede contar como una sugerencia, un consejo, una orden, un reto, una amenaza. La diferencia entre estas diferentes posibilidades radica, en gran medida, en cual sea el propósito que persigue el emisor con su enunciado


fuente: Escandell, Maria Victoria., La Comunicación, Gredos, 2005, 9-24pp.